Origen e Historia de los Jardines Japoneses

Creencias: Religiosas y Budistas

Antes de la llegada a Japón de alguna influencia extranjera, ya existía una especial atracción por la naturaleza, las rocas, los árboles, el agua, etc.

Esta atracción natural animista que sentían los originarios moradores del primitivo Japón, fue tomando fuerza en todo el país, primero aisladamente y poco a poco los grupos se fueron organizando socialmente, políticamente y como no, con un sentimiento hacia lo divino y religioso, se le Shintoísmo, y que aún hoy ha llegado hasta nosotros con sus ritos y etiquetas ceremoniales.

Aunque en la actualidad el shinto haya perdido parte de la magia y el chamanismo, como también sucedió en el mundo entero con las antiquísimas ideologías religiosas, en Japón además de las formas o vías de la meditación y de la magia, aparecía un tercer camino: el de la entrega, teniendo su repercusión en la jardinería haciendo que surgieran sus convicciones en las representaciones de lagos con islas, en una nueva visión del paraíso.

Así, el Shintoísmo como religión animista, con su visión del mundo y su entorno, aceptó positivamente las diversas ideologías que posteriormente le llegaron de fuera a través de China, Corea o la India, procedentes de intercambios a través de la "ruta de la seda".

El budismo hindú mahayana presupone un universo dividido en diez reinos en los que coexisten infinitos sistemas planetarios.

Según esta cosmología, existe un país de la pureza llamado "SUKHAVATI" que en japonés se denomina "JODO", el cual queda ubicado en el "extremo del Mundo en el Oeste", en un "Universo Infinito". Se encuentra este lugar bajo la influencia del Buda AMIDA, el Buda de la luz y la vida eterna.

La fe en Amida y su paraíso se remonta a un periodo entre los siglos II-V de nuestra cronología, concentrándose en tres sutras induistas.

El budismo MAHAYANA, del que procede esta imagen del paradisiaco país de la pureza, con palacios lujosísimos y placenteros jardines jalonados de lagos cubiertos de flores de loto, es considerado como el gran vehículo del budismo.

En lugar de penosas prácticas de meditación de las otras sectas del budismo, aquí basta con la oración y la contemplación.

En Japón y en China, este budismo de la secta Amida es la más popular y con mayor número de miembros. La mayoría de los santuarios japoneses pertenecen a la misma.

Según el budismo AMIDA, sé tenia la sensación de la caducidad del mundo, y en las épocas HEIAN y FUJIWARA, se era consciente de que todo en el mundo es efímero (MUJOKAN, en japonés). Según esta creencia, se encontraban en la etapa "final" (MAPPO), que fue precedida por la etapa de la ley "verdadera" (SHOBO), la cual termino quinientos años después de la muerte de Buda, y puesto que "la época de la ley final" ya había comenzado, sólo se podía esperar la salvación a través de la contemplación de Buda o pronunciando el nombre del Buda AMIDA.

El Shumi-Sen

En el origen más antiguo de la jardinería japonesa, encontraremos diversas influencias lejanas, procedentes de la India y de China. 

Quizás en el tiempo más lejano y primitivo, no podríamos hablar de “jardinería” propiamente dicha, ya que evidentemente en aquellos siglos atrás, las cargas de potenciales religiosos fueron quienes marcaban las directrices de cuanto sucedía en aquellas sociedades primitivas. 

Así, nos encontramos que incluso las propias fuentes de origen del Budismo, que posteriormente se extendieron hasta llegar a Japón, son de procedencia Hindú. 

En su origen, estas creencias hinduistas, conciben el mundo como una rueda o circulo en cuyo centro se encuentra la montaña Shumi, siendo ésta una representación del concepto Universo, no haciendo para nada recreaciones de la tierra. 

Existen así recreaciones de otros valores, evocando el centro como pueden ser el del Karma, o los Mandalas.

El SHUMI-SEN representa el eje del universo, y los círculos concéntricos en torno a este, dermarcan diferentes esferas celestes. 

Esta cosmología hindú, se encuentra también reflejada en los antiguos jardines japoneses y en sus homólogos más modernos, pero estrictamente tradicionalistas. En estos jardines veremos esta referencia hinduista en la colocación de una piedra aislada destacando en el conjunto, a veces rodeada por otras más pequeñas, simbolizando así el SHUMI-SEN. 

Uno de estos maravillosos jardines lo encontramos en Kioto, el del Pabellón Dorado, con un gran lago donde se refleja el pabellón y con diversas islas pequeñas y rocas, en representación de esta idea del universo propuesta a través del Budismo Hindú de la época. 

También encontraremos en Japón algunos jardines proyectados según la forma de un Mandala: poniendo justo en el centro el eje del mundo

Podemos encontrar todas estas representaciones tanto en grandes extensiones como en pequeños jardines, limitados por vallas y tapias, junto a estructuras de líneas rectas de las típicas construcciones japonesas. 

El que aparezca tan frecuentemente estas representaciones rocosas de la montaña cósmica en la jardinería japonesa, parece una prueba de su origen budista, que se asimiló perfectamente al sintoísmo, originario del propio Japón, resultando así un verdadero símbolo, simplificando la fuerza y labelleza encerrada en estos “pequeños universos". 

En aquellas primeras épocas del naciente Japón, también desde China llegó toda una suerte de modas, de técnicas que se fueron imponiendo, llegaron así antiguos mitos taoístas que hablaban de la existencia de cinco islas lejanas donde los hombres han alcanzado la inmortalidad, donde reina la armonía  del hombre y la mujer con la naturaleza. 

Según cuenta la leyenda, "los inmortales volaban montados sobre magnificas grullas rodeando de este modo la montaña cósmica; otras pequeñas islas rodeaban a la más grande, situándose todo este conjunto colocado sobre una tortuga marina gigante. 

Y la historia, sigue contándonos que para poder encontrar este mundo de islas, los emperadores chinos organizaron grandes expediciones navales. Hay en la actualidad constancia de estas navegaciones a tierras lejanas por las cartas marítimas, que muestran sus incursiones, recreando con gran fidelidad las costas lejanas del continente Australiano, ó el increíble recorrido por la costa Sudamericana del Pacifico. 

Tras el fracaso para encontrar el conjunto de las islas míticas de los inmortales, el emperador Wu tubo la idea de intentar atraer a su palacio a estos inmortales. Para ello mandó construir un gran jardín que imitasen las islas míticas con un lago, y en la orilla, levanto una torre de setenta metros de altura, desde la cual pretendía acercarse más al cielo, y poder comunicarse con los inmortales. A los japoneses les cautivo tanto este mito como el hindú, impregnando la arquitectura hasta finales de la Epoca Edo con estas tendencias. 

A tal punto llega esta influencia que, en todas las fiesta japonesas aparecen reproducidas la grulla y la tortuga como símbolos de longevidad, encontrándonoslas, también en las pinturas o en los trabajos de figuras en papel (origami). Las islas, se redujeron por lo general a una sola en Japón:HORAI-ZAN; un monte HORAI, una isla HORAI, o una piedra HORAI. 

Ya en China se había fusionado los dos mitos, hindú y taoísta, y cuando posteriormente llegaron a Japón, estaban perfectamente entrelazados como uno, hasta el punto de que, tanto en China como en Japón, se llego a olvidar qué diferentes eran los “caminos” para la redención en ambos mitos: para unos la meditación y los otros el  camino de la magia


SAN-SUI (Montaña y Agua)

En las épocas más antiguas de Japón, ASUKA, NARA y HEIAN, el objetivo primordial era la imitación de la propia naturaleza, y en los jardines que datan de dichas épocas además se muestra claramente las huellas de la primera gran oleada de influencia china en la cultura japonesa.

Aquellos jardines eran proyectados para los nobles con palacios o bien, para los templos del budismo Amida de las época.

Para los ricos y nobles, estos jardines eran, en primer lugar, de orden místico, y después para mostrar el grado de poder y manifestación de la pompa cortesana.

Los jardines de la época HEIAN son grandes extensiones y en ellos la presencia del agua en grandes masas, hacia posible recorrerlos en barca, casi se le podía denominar como jardines acuáticos, no paisajísticos. En ellos no faltaban además algunas islas, a veces comunicados entre sí por puentes en forma de arco, alguna cascada y un arroyo sinuoso con piedras en algunas de las orillas.

Estos jardines de la primera época HEIAN (794-1192) son como reinterpretaciones de los modelos chinos. La estructura reticular del barrio gubernamental y los edificios del Palacio Imperial de HEIAN-KYO recuerdan claramente el modelo, aunque algo más grande en CHAUGAN, capital de China.

Por orden del emperador KAMMU, se trasladó la capital de Japón en el año 794, por última vez, a HEIAN-KYO, la actual KIOTO, "la capital de la calma y la paz", o la "capital del oeste". Durante todo el llamado periodo YAMATO, la capital se centalizó en esa ciudad: YAMATO, de donde toma su nombre la actual perfectura de NARA.

Entre el 710 y el 784, la Familia Imperial Japonesa residió en NARA (YAMATO). Hasta entonces la capital o sede del trono se había mudado frecuentemente entre las ciudades actualmente llamadas NARA, KIOTO y OSAKA.

No sé volvería a trasladar a EDO hasta el año 1603, primero como el shogunato de los TOKUGAWA que duró 265 años, luego se derrumbó y desde entonces sé devolvio la plena sobrania al Emperador MEIJI en 1868, trasladándose a EDO que fue bautizada con el nombre de TOKIO, que significa "capital oriental".

Cuando fue construida HEIAN-KYO, sé tubo en cuenta el modelo de la capital China, pero además sé tubo en cuenta las reglas de la geomancia china, donde se la conoce con distintos nombres, pero actualmente el más usual es "Feng-Shui", que literalmente significa "agua-viento".

Este campo de la geomancia china se llama en Japón "CHISO" o "KASO" (fisionomía del país o fisionomía de la casa). La geomancia es una ciencia que se ocupa de determinar la forma energética y el lugar más apropiado para instalar una casa, un jardín o una ciudad dentro del entorno natural o artificial.

A partir del reinado del emperador TEMMU, la geomancia incluso llegó a convertirse en un asunto de estado, para lo cual se creo en la capital una central de inspección: el OMMYO-RYO (la oficina del YIN y YANG) por orden del emperador.

La lógica del feng-shui, es decir, la geomancia china, la más extendida, no resulta fácil de entender para los occidentales, aunque se está poniendo "de moda".

La geomancia japonesa "SINO", esta basada en un profundo conocimiento humano de la interdependencia de todas las esferas de la realidad, tanto naturales como artificiales.

La situación de la antigua capital HEIAN-KYO (KIOTO), en la cuenca del YAMASHIRO (Yamashiro significa literalmente "ciudad de la montaña"), así como, el Palacio Imperial Urbano "DAIRI", cumplen todas las condiciones de esta ciencia: se encuentran en el norte, rodeada de montañas por tres partes, como un sillón con brazos y se abre hacia el sur.

Estas escuelas geomanticas antiguas, no disponían de ningún tipo de instrumental técnico para fijar la situación ideal de una obra. La intuición para captar las corrientes de energía, llamada en japonés "KI", había que adquirirla con la práctica bajo la dirección de un Maestro experimentado.