El Jardín Japonés

En sus primeras épocas, el arte japonés, toma como punto de partida referencias del próximo Oriente como sus antiguos jardines cercados por muros en torno a los palacios, y por otro lado, los japoneses descubren y admiran la belleza casual de la propia naturaleza que ya se resaltaba en el shintoismo, forma filosófica-religiosa por excelencia del Japón, también le atrae la forma perfecta creada por la mano del hombre. El concepto de la naturaleza no es más "natural" en uno u otro caso, ya que se combinan procurando que no se "advierta" esta manipulación al ser captado el conjunto por nuestros sentidos en esta simbiosis.

Esta superposición constante de lo metódicamente racional y lo casual, de formas perfectamente rectas y la forma mas natural, se puede ver en todas las facetas del diseño japonés, ya sea una cerámica o un trazo caligráfico con sus manchas programadas a la perfección, aunque parezca hechas al azar.

Desde los tiempos más antiguos se conocen dos palabras al hacer referencia al archipiélago japonés: SHINTO, islas de los dioses y SHINCHI, lagos de los dioses. Sus incontables islas son surcadas por crestas montañosas serpenteadas por riachuelos, cascadas de escalones rocosos, cantos rodados en los arroyos, lagos donde se reflejan los cielos y valles profundos repletos de vegetación, volcanes y aguas termales completan el lenguaje del paisaje japonés.

También el clima japonés se compone de cuatro estaciones claramente definidas con unas transacciones casi con fecha exacta.

El paso de las estaciones ha sido siempre fuente de inspiración para poetas o pintores, haciendo constantes referencias al paisaje, el clima o las flores de cada momento, en las casas o en los restaurantes tradicionales encontraremos estas referencias en sus detalles.

También desde los primitivos santuarios sintoístas hasta nuestros días, reflejan diversos rasgos de las antiguas formas de vida y costumbres del pueblo japonés: el respeto por la propiedad territorial, la veneración de la naturaleza, el sentido de la pureza, la sencillez y la cultura del arroz.